El yelmo o casco de la salvación es la quinta pieza de la armadura. El casco es fundamental igual que las otras piezas para que el cristiano pueda defenderse y estar protegido durante las luchas espirituales.
La cabeza del soldado es una de sus zonas más vulnerables. Sin su casco, un golpe en la cabeza sería fatal. Su casco cubre toda la cabeza, la zona facial y el entrecejo. Su armadura sería inútil si no estuviera equipado con su casco.
El casco de salvación del creyente es la pieza de armadura más importante para el cristiano. Sin el Espíritu Santo en la vida del creyente desde el momento de su salvación, toda la armadura es inútil.
La salvación capacita a los creyentes para luchar. Nos protege en nuestras debilidades. Sin la salvación, no hay victoria. Por lo tanto, el yelmo o casco es de gran importancia en la vida del cristiano y en sus luchas personales contra el enemigo.
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